Esta imagen es de la Nebulosa Carina, una región de formación masiva de estrellas en los cielos del sur, se tomó con luz infrarroja utilizando la cámara HAWK-I en un Telescopio de la ESO. Han surgido muchas características previamente ocultas, dispersas en un espectacular paisaje celeste de gas, polvo y estrellas jóvenes.
EL COLOR DE LAS GALAXIAS:
Color Azul y Morado:
Las estrellas jóvenes y recién creadas desprenden colores azulados en su órbita gracias a su gran temperatura, por lo que al observarla, si tiene un color morado azulado se puede concluir que es una estrella de una gran temperatura (alrededor de los 40 mil C°) y de pocos años.
Por lo tanto, si una galaxia presenta colores azulados o morados, significa que está constantemente formando estrellas en su sistema.
Color amarillo y anaranjado:
El color amarillo o anaranjado en las galaxias representan a estrellas adultas, aunque están a muchos millones de años de morir. En ellas puede haber una temperatura de 6 mil a 3 mil C°.
Color Rojo:
Cuando se encuentra una galaxia con tonos rojizos de forma abundante, esto significa que la galaxia no ha producido nuevas estrellas en muchos millones de años, y que por lo tanto las que quedan son las viejas.
Las estrellas rojas son aquellas que ya están próximas a morir, su temperatura es aproximada a las 3 mil o 2 mil C°.
Imágen Infraroja y Rayos X de Carina:
La Nebulosa Carina contiene algunas de las estrellas más masivas y luminosas de nuestra galaxia y es un sitio ideal para estudiar en detalle la física de la formación de estrellas violenta masiva y los efectos de feedback resultantes, es decir, la dispersión de nubes y el desencadenamiento de la formación de estrellas. Constituye nuestro mejor puente entre las regiones cercanas como Orion y los sistemas de destellos estelares mucho más masivos, pero también más distantes, como 30 Doradus.
Nuestra combinación de los datos de rayos X del Proyecto Chandra Carina Complex con nuestras imágenes de infrarrojo cercano HAWKI revela por primera vez la población estelar de baja masa en la Nebulosa de Carina y nos permite estudiar las edades, la función de la masa y el disco, además de diferentes propiedades de las estrellas jóvenes. Una comparación detallada de estos datos de observación, muestran cómo la radiación ionizante y los vientos estelares dispersan las nubes y desencadenan la formación de una nueva generación de estrellas.
THE CARINA SECRET´S
This broad image of the Carina Nebula, a region of massive star formation in the southern skies, was taken in infrared light using the HAWK-I camera on ESO’s Very Large Telescope. Many previously hidden features, scattered across a spectacular celestial landscape of gas, dust and young stars, have emerged.
THE COLOR OF THE GALAXIES:
Color Blue and Purple:
The young and newly created stars give off bluish colors in their orbit thanks to their great temperature, so when observing it, if it has a bluish purple color it can be concluded that it is a star of a great temperature (around 40 thousand C °) and a few years.
Therefore, if a galaxy has bluish or purple colors, it means that it is constantly forming stars in its system.
Color yellow and orange:
The yellow or orange color in the galaxies represent adult stars, although they are many millions of years old. In them there can be a temperature of 6 thousand to 3 thousand C °.
Red color:
This broad image of the Carina Nebula, a region of massive star formation in the southern skies, was taken in infrared light using the HAWK-I camera on ESO’s Very Large Telescope. Many previously hidden features, scattered across a spectacular celestial landscape of gas, dust and young stars, have emerged.
When a galaxy is found with abundant reddish tones, this means that the galaxy has not produced new stars in many millions of years, and therefore the ones that remain are the old ones.
The red stars are those that are already close to dying, their temperature is approximately at 3 thousand or 2 thousand C °.
X-Ray:
The Carina Nebula contains some of the most massive and luminous stars in our Galaxy and is an ideal site to study in detail the physics of violent massive star formation and the resulting feedback effects, cloud dispersal and triggering of star formation. It constitutes our best bridge between nearby regions like Orion and the much more massive, but also more distant extragalactic starburst systems like 30 Doradus.
Our combination of the X-ray data from the Chandra Carina Complex Project with our HAWKI near-infrared images reveal for the first time the full low-mass stellar population in the Carina Nebula and allow us to study the ages, mass function, and disk properties of the young stars. With LABOCA sub-mm observations we also probed the morphology of the cold dusty molecular clouds throughout the complex and studied the interaction between massive stars and clouds. A detailed comparison of these observational data, including our recent spectacular observations of vast pillar-like structures obtained using the MUSE instrument on the ESO Very Large Telescope, to numerical radiation-hydrodynamic simulations of stellar feedback will show how the ionizing radiation and stellar winds disperse the clouds and trigger the formation of a new generation of stars.
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